Encuentran un cachorro aterrorizado abandonado en un banco con una nota desgarradora

Encontraron a un cachorro indefenso atado a un banco, incapaz de moverse. No tenía comida ni agua, pero estaba demasiado aterrorizado para dejar que nadie se le acercara. La única explicación de su desgarrador pasado era una nota, que parecía escrita por un niño.

Este pobre cachorro pensó que su vida llegaba a su fin aquel día, pero los rescatadores de animales se negaron a abandonarlo. Le enseñaron lo maravillosa que puede ser la vida dándole amor y cariño sin límites. Ahora se prepara para su segunda oportunidad en la vida.

Muestra un poco de bondad

Marcela Goldberg, de Mascotas Coyoacán, recibió una llamada sobre el cachorro solitario. Ella y su compañera Azul Galindo se apresuraron a salvar al perro. Muchos amables desconocidos se habían detenido para atender las necesidades básicas del perro, como comida y agua, pero el asustado cachorro gruñía cada vez que alguien se acercaba demasiado. Por desgracia, este espectáculo no sorprendió a Goldberg. Había visto a muchos perros abandonados en medio del estrés de la pandemia.

El perro seguía negándose a que los voluntarios lo tocaran, pero Goldberg pudo acercarse lo suficiente para mirar la nota manuscrita, que sostenía una roca. El desgarrador mensaje explicaba por qué el perro tenía tanto miedo a los humanos.

«Hola, por favor, adóptame: Max. Por favor, adopta a este perro y cuida bien de él», reza la carta. «Dejar a mi perro aquí duele mucho, pero tomé la decisión porque mis familiares lo maltrataban y era doloroso verlo en esta situación. Así que si estás leyendo esto y te sientes conmovido, por favor, adóptalo y cuida de él. Si no, por favor, deja la carta aquí para que alguien más la lea y la adopte. Gracias»

Después de cortar la cadena del perro, se calmó un poco. Seguía asustado, pero finalmente dejó que Goldberg lo acariciara una vez que se alejaron del banco. Fue el comienzo de un nuevo capítulo para él.

Una nueva vida con correa

Cuando el cachorro empezó a usar una correa normal en lugar de una cadena, empezó a acostumbrarse poco a poco a los humanos. También le cambiaron el nombre de Max a Boston para que no tuviera que pensar en su infeliz pasado.

Boston, de 7 meses, está aprendiendo poco a poco a confiar de nuevo en los humanos. Sus cuidadores se han dado cuenta de que cada vez es más juguetón, cariñoso y feliz. Está casi listo para encontrar una familia para siempre que le muestre cómo es el amor verdadero.

«Es dulce, muy cariñoso, le encanta dar besos y jugar con la pelota que le dio el veterinario», dice Goldberg.

Ahora, la organización está revisando las solicitudes de adopción para encontrar el hogar perfecto para Boston. Se asegurarán de que su próximo hogar sea un lugar donde se sienta seguro el resto de su vida. Al fin y al cabo, se lo merece después de todo lo que ha pasado.

COMPARTE esta historia para dársela a un amigo o familiar.

H/T: dailystar.co.uk

Imagen destacada: @mascotas.coyoacan.1/Facebook