Un perro, más tarde llamado Motery, fue encontrado completamente solo con la boca cerrada con cinta adhesiva, escribe ilovemydogsomuch
Sus patas traseras también estaban atadas con un cordón de zapato. Cuando los humanos encontraron a Motery, se les rompió el corazón. ¿Cómo puede alguien ser tan cruel con un animal?
Motery (la llamaremos Mo para abreviar) es una víctima. No sólo es víctima del maltrato y la crueldad animal, sino también del comercio ilegal de carne de perro. Aunque las granjas de carne de perro son ilegales en Bali, siguen funcionando bajo el radar. Los salvadores de Mo creen que escapó de la masacre saltando de un vehículo de camino a la granja. Desde entonces, deambula sola.
Con las patas traseras atadas y la boca sellada, es un milagro que siga viva. Los salvadores de Mo la han llevado a una clínica veterinaria local para que reciba la ayuda que necesita desesperadamente. Mo no podía comer ni beber y sufría desnutrición y deshidratación graves. Necesitaba líquidos intravenosos y nutrición extra para recuperar fuerzas.
El veterinario calculó que Mo solo tenía cinco meses. Es sólo un bebé Con la boca sellada, desarrolló una grave infección. Se le administró una alta dosis de antibióticos. Cuando llegó el momento de cortarle la cinta de la boca, todos contuvieron la respiración. Sabían que le daría miedo. Afortunadamente, le dieron analgésicos y una ligera sedación. La cachorrita se portó muy bien.
En pocas semanas, Mo ganó peso. Ha demostrado a todo el mundo lo fuerte que es. A pesar de que la trataron tan mal, solo tenía amor para dar. Fue muy inspirador. Ser capaz de perdonar a la raza humana por una crueldad tan impensable demuestra lo especial que es.
Mo por fin pudo comer sola. Pero el veterinario decidió que había que operarle el hocico. Para que pudiera llevar una vida lo más normal posible, había que operarla de la piel y hacerle una cirugía reconstructiva. Así podría comer con más facilidad e incluso jugar como un cachorro Mo no sólo se operó, ¡lo hizo de maravilla!
Los salvadores de Mo temían que los posibles adoptantes se sintieran desanimados por su aspecto. También temían que Mo, tan acostumbrada a la clínica veterinaria, se adaptara a una nueva vida en un hogar definitivo. Afortunadamente, las solicitudes de adopción llovieron una vez que la historia de Mo se compartió en las redes sociales.
Una pareja muy simpática escribió una preciosa carta a los salvadores de Mo. ¡Debió de poner su aplicación por las nubes! Los socorristas de Mo llamaron a la pareja y les preguntaron si querían venir a conocer a Mo. Todos estaban muy nerviosos. Mo había pasado por tantas cosas y, aunque era muy dulce, podía ser tímida con la gente nueva.
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