La prenda favorita de Dandon Miller es una franela roja y negra. La lleva desde hace ocho años y se la pone a todas horas, pero nunca pensó que alguna vez serviría para salvar una vida.
El sábado del fin de semana del Día de los Caídos, Miller volvía a casa desde Filadelfia cuando el tráfico se ralentizó delante de él. Miller detuvo su motocicleta en el arcén de la carretera de doble sentido y se quedó de piedra cuando se dio cuenta de la causa del atasco.
«Miré hacia abajo para ver por qué todo el mundo se detenía y había un águila calva en medio de la carretera», contó Miller a The Dodo. «Había otra persona allí y la empujaron un poco para ver si se salía de la carretera o se iba volando. Extendió las alas y no iba a ninguna parte».
Como ávido amante de los animales, Miller sabía que tenía que ayudar al ave herida a salir del peligro.
El gran animal estaba demasiado herido para volar, pero sus poderosas garras fueron motivo suficiente para que Miller se quitara su franela favorita y se la lanzara. Para sorpresa de Miller, el águila permaneció tranquila mientras él la envolvía en la camisa.
«La cogí y estaba muy tranquila», dijo Miller. «Se enfadó un poco cuando la gente empezó a querer hacerle fotos, pero lo controlamos»
Una vez que Miller sacó al águila de la carretera, llamó al 911 y finalmente se puso en contacto con Tri-State Bird Rescue and Research, un centro local de rehabilitación de aves salvajes. Miller sostuvo al ave de 4,5 kilos durante unos 45 minutos mientras esperaba la llegada de los rescatadores. Pero el tiempo pareció pasar volando.
«Realmente no pensaba en ello cuando la tenía en brazos», dijo Miller. «Sólo intentaba mantenerla tranquila y asegurarme de que supiera que estaba a salvo y que no iba a soltarla ni nada parecido»
«Fue increíble sostener a esa ave y que estuviera tan tranquila», añadió Miller. «Simplemente increíble».
Tras unos días de tratamiento, los rescatistas confían en que el águila calva pueda ser finalmente liberada de nuevo en su hábitat natural.
«Tenía una herida leve en un ojo y lesiones en los tejidos blandos, pero ningún hueso roto», dijo a The Dodo Rebecca Stansell, de Tri-State Bird Rescue and Research. «Sus heridas fueron tratadas por nuestro veterinario de fauna salvaje mientras el águila estaba bajo anestesia. Lo inesperado siempre puede suceder, pero somos optimistas de que se recuperará completamente.
En cuanto a la franela favorita de Miller, ciertamente ha visto días mejores.
La camisa tiene ahora unos cuantos agujeros grandes en los talones, pero Miller sabe que fue por la mejor causa – y definitivamente volverá a usarla.
